febrero 22, 2007

A propósito de estar "a salvo"

¿Cuándo Paula se vuelve imprescindible para Tulio* (y viceversa)? No puedo creer que el amor es apego, como dicen los médicos. Algo así como que nace la necesidad o las ganas de estar con alguien, por estar con esa persona. Encontrarse para encontrarse y entonces, amar para amar para amar para amar.

Probemos el siguiente ejercicio: Que Paula se reuna con Tulio una vez, después otra vez y otra vez y otra vez. De a poco, y hasta sin tomar conciencia de lo que se genera en el aire (o en la piel) Paula y Tulio se empiezan a querer. ¿No? No lo se.

Así, tal vez no haya un momento mágico de "encuentro", o un despertar interno, ese por el que en el instante mismo de espabilarnos, podríamos ver que el otro es "tan lindo".
Se trataría mas bien, de un auto-embauque paulatino (porque lo hace Paula y porque es de a poco), de una suerte de compulsión a vestir a Tulio con el trajecito de galan del momento y por supuesto, de ponerse Paulita, en el lugar de partenaire adorada (por el galan).
Empiezo a creer, que por como inflamos e inventamos galanes a partir de un "hombre común", nosotras, encantadoras y encantables Paulas, tenemos alma de productores de telenovelas.

Pero, ¿por cuánto tiempo suele estar en el lugar de "galan" un actor? ¿Qué es lo que lo saca de ese rol?. ¿Por qué es casi automático para Paulas, ponerse en el lugar de partenaire, con todo lo que esto conlleva?
Uno, señores, se pierde en esos papeles. Es necesario salir del set, desarmar la escenografía y dejar de ser el personaje (o por lo menos saber que estamos jugando)
*Para conocer más sobre Paula y Tulio, ver Tremendo Diario de Buenos Aires, Alvarez Gomez, blog, 2007

No hay comentarios: