Estoy condenada sin apelación a un futuro de soledad y éxito profesional termino medio. Me sentencié, un día que ni puedo fechar, y me convertí en un mercenario que trabaja para el malo de turno: un villano que siempre me elije de víctima, que me obliga a gatillar armas que disparan palabras vacías. Yo soy el blanco, siempre. Todo el cuerpo se me llena de estas palabras que no tiene sentido emplear. No hay defensa posible. Soy insalvable.
26/09/05
4 comentarios:
Para que no se me olvide la letra,
voy a anotarla en tu piel.
Sé que jamás perderé esa libreta,
sé que la conservaré.
Leo despacio: no eres común,
luego será más lento aún.
Una palabra, otra después,
hasta que aprenda lo que no sé.
Para que no se me olvide la letra,
voy a anotarla en tu piel.
Sé que jamás perderé esa libreta,
sé que la conservaré
y que la consultaré,
sé que la conservaré.
...De un tal Silvio...
STYLE
Gracias Style. Es una letra hermosa. Definitivamente mejor que las palabras vacias.
También a mí me inunda la certeza de que el final de mi camino se asocia con la soledad y éxitos módicos. Pero bueno, los caminos erróneos que vayamos tomando mientras tanto nos regalen compañías esporádicas que vanamente nos hagan pensar que nuestro final puede ser otro. Si ya sabemos cómo termina la historia por lo menos permitámosnos ilusionarnos con que no va a ser así.
Después de todo, como dice el señor Páez "lo importante no es llegar, lo importante es el camino".
Muy buen post!
Gracias por sus palabras, Facundo.
Es cierto lo que dice, pero no es el error mas común y terrible: no poder disfrutar el momento? .
Ni veinte mil cicatrices me hacen recordar que esto es bueno.
Saludos
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