Me pregunto qué es lo que hace que una nena de 10 años compre un disco de Soda Stereo (tal vez valga agregar: “y no de La Ola Verde”). También trato de recordar: cómo era posible que con diez años, yo dispusiera del dinero para comprar música y que fuera sola a la disquería. (Intento recordar en este preciso momento). Cómo sucedia que siendo yo una nena, decidiera salir de mi casa, caminar hasta la disquería del barrio y pedirle al “señor” (un flaco de unos 30, 32 años, cabello largo, rulos, con una remera que decía Zildjian) un disco (en realidad era un casette original) de Soda Stereo. Y seguro se me viene Soda por el sábado pasado en Avenida Alcorta, porque, en honor a la verdad, escuchaba muchas “cosas” en esa época.
Fueron momentos de descubrimiento. Ponía los casettes en el “mini-componente” que mamá y papá me habían regalado. Un Panasonic doble casetera, con un ecualizador que yo movía hasta el cansancio, en busca de algún sonido que vaya a ser Dios cuál era. (Yo atesoraba ese aparato en el escritorio de mi cuarto).
Ahora empiezo a recordar cómo juntaba el dinero para los discos: me quedaba con el vuelto de los mandados, algo me daban mis papás y mis abuelos. Sí, seguro era así... Y entonces el ritual de ir a ese localcito del flaco de los rulos, pedirle un casette y quedarme charlando. Él ponía discos y me explicaba algunas cosas, como por ejemplo, que yo escuchaba Los Redondos de “ahora, que son comerciales” pero él los había visto en La Plata, tocando para diez gatos locos, y que una vez, no me acuerdo qué corista de la banda, se había desnudado en el escenario.
Yo, con toda la emoción de poseer una cinta nueva; de saber historias inéditas del rock (después supe que eran muy conocidas, trilladas y que muchas eran mentira); salía del negocio y me volvía a casa corriendo, a poner el casette, y a sentarme a escucharlo.
Esa fue la misma época en la que cuando me despertaba le preguntaba a mi mamá si había sol y la respuesta determinaba mi estado de ánimo, por lo menos para el transcurso de la mañana.
Esa fue la época de bajar a la casa de mi abuela y hacerle un lío barbaro para conectar el Tocadiscos, para escuchar los discos de mamá: Queen, Deep Purple, Sui, Charly. Yo me acomodaba en el living, al lado de los parlantes, apoyaba los codos en la mesa de madera, agarrándome la cara con las manos. Miraba el disquito girar y escuchaba, nada mas. Y ahí mi abuela (siempre lo mismo): “baja un poco, Ela” y yo contestaba con una sonrisa: “shhhhhh, ´pera un ratito”.
8 comentarios:
A falta de isnpiración:
"No se me quede, José, por favor
Alguna vuelta le vamo´ a encontrar
Y déjese de pensar
Que la música es una nota"
Volveré para regalarle palabras mías Carmela, pero esto no es pavada, no se puede escribir cualquier cosa... Usted sabe.
Excelente.
Yo escucho Mucho The Beatles, son modernos sonidos que gustan mucho
Pd: la bandera es de mo pais natal, Polonia, Ela.
Mucho Cariño
H.
Style: Gracias, pero, ¿sonó triste mi relato?
Yo no me quedo, yo muevo, pero con algunas cosas, siempre estoy al ras del piso. No me animo a despegar (aca se puede citar una canción de Charly)
Don Alvarez: Hola. Hoy, directo y elogioso. Le parece para tanto?
Gracias por venir (por el puente, aca podría escribirle "Puente" de Cerati, la conoce?)
Me voy cantando mal y bajito.
Ay Hancessn, perdón! Que bruta que soy!
Es un honor para mi .
The Beatles, claro.
Se me piantò un lagrimòn, Ela
Por esa època yo escuchaba todo el dìa a Europe y su tan gastada Cuenta Regresiva. Hasta q un dìa de tanto retroceder el cassette, se me terminò rompiendo. Todavìa guardo la tapa con cariño.
atesoro algunos recuerdos de la infancia y el rock parecidos...
the final countdown, me parecia algo sublime. recuerdo q a eso de los 5 o 6 años, ese tema era lo q hoy podria ser.. no se q, pero bueno, Stravinsky.
luego recuerdo en lo de la abuela pocha estos discos.
signos y doble vida, de soda, especialmente la cúpula y el temblor, o el video de la ciudad de la furia.
la de la mamadera de sumo.
parte de la religion de charly, música inoxidable.
giros, de fito. el mono tremendo del flaco de tester de violencia (q disco, jesus).
el primer cd q me compre por motus propio fue Use your ilution II, de los guns, porq estaba el tema de terminator 2.
aunq el recuerdo q mas quiero es un día, estaba en primer grado, mi viejo me va a buscar a lo de mi vieja (viviamos en boulogne sur mer y san luis, en una planta baja innefable) y camino a su casa me dice "sabes q me prestaron el casette de una banda buenisima, Los redonditos de ricota".
el disco era el baion. me acuerdo perfecto la primera vez q escuchamos ese casette.
y aún amo a esa banda.
por cosas como esta.
bueno, carmela, no se quien sos, pero tus recuerdos encaminaron los mios y por eso te agradezco.
un saludo
Yo te agradezco, Cajadegoma, por haber compartido tus recuerdos conmigo.
Un placer haberlo leído
Saludos
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